Dallas, una telenovela que nunca pretendió ser algo más
20:42
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Plano. Contraplano. Plano. Traición. Contratraición. La telenovela de manual ha regresado a televisión y lo bueno es que niega haber recuperado este género. Podría haber renovado el culebrón, como Revenge o podría haberse deshecho del sello de la serie. Sin embargo, TNT ha preferido hacer una continuación como si no hubiesen pasado los años. Ni por ellos ni por nosotros. La cadena estrena este domingo la nueva Dallas a las 22:30 horas. No hay desperdicio.
El canal presentó el pasado miércoles el primer episodio de la serie ante periodistas y blogueros. Un intento de darse bombo más allá de la publicidad habitual. Un excelente estrategia a la que poco a poco se van uniendo las cadenas.
Dallas no es un remake de esos que les gusta hacer a todas horas a los guionistas y ‘creadores’ de EEUU. En esta ocasión, se han recuperado a algunos actores de la serie original con unas cuantas arrugas más para continuar con la historia. Sin embargo, y aunque su peso es muy importante, el cuerpo es el cuerpo y los descendientes se llevan el mayor protagonismo.
JR y Bobby son el centro de la trama. Una venganza bajo la que llevamos viviendo muchos años. En esta ocasión tienen sus propios lacayos que, a su vez, también intentaran tener su propio poder en la trama y no se sienten inferiores a nadie. Traiciones internas bajo traiciones familiares con traiciones antiguas como telón de fondo. ¡Chun chun! Si, el chun chun es importante para dar dramatismo a la escena.
Para esta nueva etapa han traído cuatro jovenazos que hacen la delicia de los espectadores. Jesse Metcalfe, eterno jardinero de Mujeres desesperadas, es el buenazo que pretende crear charcos de baba entre los espectadores. Josh Henderson, otro ex desesperado, otro guapo (y malo). Sobre él recae el peso de la trama de venganza. Sus respectivas chicas son Jordana Brewster, buena que parece mala, y Julie Gonzalo, la mala que parece buena. ¡Queremos tirones de pelo ya!
Dallas promete botox y tramas de domingo por la tarde. No promete escenas intentas con tramas sofocantes de esas que encantan a muchos espectadores. Tampoco lo pretende. Dallas da lo que ofrece, ni un poco más, ni un poco menos. Wellcome back!
El canal presentó el pasado miércoles el primer episodio de la serie ante periodistas y blogueros. Un intento de darse bombo más allá de la publicidad habitual. Un excelente estrategia a la que poco a poco se van uniendo las cadenas.
Dallas no es un remake de esos que les gusta hacer a todas horas a los guionistas y ‘creadores’ de EEUU. En esta ocasión, se han recuperado a algunos actores de la serie original con unas cuantas arrugas más para continuar con la historia. Sin embargo, y aunque su peso es muy importante, el cuerpo es el cuerpo y los descendientes se llevan el mayor protagonismo.
JR y Bobby son el centro de la trama. Una venganza bajo la que llevamos viviendo muchos años. En esta ocasión tienen sus propios lacayos que, a su vez, también intentaran tener su propio poder en la trama y no se sienten inferiores a nadie. Traiciones internas bajo traiciones familiares con traiciones antiguas como telón de fondo. ¡Chun chun! Si, el chun chun es importante para dar dramatismo a la escena.
Para esta nueva etapa han traído cuatro jovenazos que hacen la delicia de los espectadores. Jesse Metcalfe, eterno jardinero de Mujeres desesperadas, es el buenazo que pretende crear charcos de baba entre los espectadores. Josh Henderson, otro ex desesperado, otro guapo (y malo). Sobre él recae el peso de la trama de venganza. Sus respectivas chicas son Jordana Brewster, buena que parece mala, y Julie Gonzalo, la mala que parece buena. ¡Queremos tirones de pelo ya!
Dallas promete botox y tramas de domingo por la tarde. No promete escenas intentas con tramas sofocantes de esas que encantan a muchos espectadores. Tampoco lo pretende. Dallas da lo que ofrece, ni un poco más, ni un poco menos. Wellcome back!
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