Ana Bolena ha sido ejecutada. Enrique VIII, con casi 30 años de reinado a sus espaldas, contrae matrimonio por tercera vez con Jane Seymour con la esperanza de lograr por fin un heredero varón. El monarca debe enfrentarse a las revueltas que hay dentro de su propio reino en nombre de la Reforma y a la amenaza externa del Papa, que no está dispuesto a dejar avanzar el protestantismo en Europa. Así es como comienza la tercera temporada de 'Los Tudor', que Canal+ estrena este lunes a las 21.30 horas.
Jonathan Rhys Meyers se vuelve a poner en la piel de Enrique VIII, un rey que no estaba destinado al trono de Inglaterra, pero que la muerte de su hermano Arturo a los 15 años y su matrimonio con la prometida de éste hizo que se asentase uno de los reinados más atrayentes de la historia británica.
En esta nueva temporada, Enrique VIII llega con la agitada época que le tocó vivir entre los matrimonios de Jane Seymour (Annabelle Wallis) y Ana de Cleves (Joss Stone). El rey anuncia su boda con Jane Seymour, convencido de que será la mujer que le ofrezca un heredero varón.
La nueva mujer del rey servirá como intermediaria entre su marido y la hija de éste, María (Sarah Bolger), fruto de su fracasado matrimonio con Catalina de Aragón, una muestra de su bondad pero también un deseo de favorecer a una posible heredera católica.
El reinado de los Tudor te tambalea desde dentro y es amenazado desde fuera. Al norte de Inglaterra se está creando un ejército para hacer frente a los graves abusos cometidos en nombre de la Reforma. En Roma se mira con recelo hacia Inglaterra y se comienza a buscar aliados para una hipotética restauración del catolicismo.
La felicidad llegará a la casa de los Tudor con la llegada de un hijo varón, pero traerá consecuencias catastróficas. La repentina muerte de Jane sumirá a Enrique en una depresión y se esconderá en sus aposentos incapaz de afrontar la desgracia.
Jonathan Rhys Meyers se vuelve a poner en la piel de Enrique VIII, un rey que no estaba destinado al trono de Inglaterra, pero que la muerte de su hermano Arturo a los 15 años y su matrimonio con la prometida de éste hizo que se asentase uno de los reinados más atrayentes de la historia británica.
En esta nueva temporada, Enrique VIII llega con la agitada época que le tocó vivir entre los matrimonios de Jane Seymour (Annabelle Wallis) y Ana de Cleves (Joss Stone). El rey anuncia su boda con Jane Seymour, convencido de que será la mujer que le ofrezca un heredero varón.
La nueva mujer del rey servirá como intermediaria entre su marido y la hija de éste, María (Sarah Bolger), fruto de su fracasado matrimonio con Catalina de Aragón, una muestra de su bondad pero también un deseo de favorecer a una posible heredera católica.
El reinado de los Tudor te tambalea desde dentro y es amenazado desde fuera. Al norte de Inglaterra se está creando un ejército para hacer frente a los graves abusos cometidos en nombre de la Reforma. En Roma se mira con recelo hacia Inglaterra y se comienza a buscar aliados para una hipotética restauración del catolicismo.
La felicidad llegará a la casa de los Tudor con la llegada de un hijo varón, pero traerá consecuencias catastróficas. La repentina muerte de Jane sumirá a Enrique en una depresión y se esconderá en sus aposentos incapaz de afrontar la desgracia.
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